El 31 de octubre, y después de una espera de casi 30 años, el presidente Abdelaziz Bouteflika ha inaugurado el metro de Argel. Este metro, que cuenta con una línea de diez paradas, hace de Argel la segunda capital del mundo árabe con metro, después de El Cairo. El año que viene, esta línea de metro estará conectada con el tranvía que ya funciona en un barrio de la ciudad y de aquí a 2020, Argel debería contar con 40 km de vías. Oficialmente, el proyecto tenía un presupuesto de unos mil millones de euros pero los 30 años que se necesitaron para terminarlo hacen pensar que el coste real puede haber sido el triple. Este proyecto fue llevado al cabo por un consorcio franco-español, Siemens-Vinci-Caf.
Después de haber salido de su aislamiento en 1999, Argelia está en un momento clave para su futuro económico y la determinación del papel que le tocará en África, en el Mediterráneo y en el mundo. Su posible adhesión a la OMC y su participación en la zona de libre comercio euro-mediterránea abrirá nuevas puertas para las empresas argelinas pero sobre todo, un nuevo mercado para muchas empresas extranjeras que verán las posibilidades de exportar a Argelia multiplicarse. Pero para convertirse en un mercado atractivo a largo plazo, Argelia debe realizar cambios internos importantes. Por ejemplo, tiene que mejorar sus servicios de apoyo, logística y comunicación con el fin de poder adaptarse a la competencia de los países vecinos. A nivel empresarial, le queda mucho por hacer en cuanto a capacidad de managment, tecnologías y calidad de los productos y servicios.
Para superar este reto, Argelia, como muchos países, tiene un plan 2020, llamado “Argelia, horizonte 2020”.
Sus objetivos primordiales son la lucha contra la pobreza y el desempleo. En 2010 la tasa de paro suponía un 10% de la población activa según una estimación del FMI, sin embargo la cifra “real” podría alcanzar el 35%. Algunos de los otros objetivos son bajar el déficit público y estabilizar su moneda, para que Argelia pueda aprovechar su posición estratégica en la futura zona de libre comercio euro-mediterránea. Para estar de lleno en esta zona, tiene que abrir sus fronteras al comercio internacional. Liberalizar el mercado podría ser doloroso a corto plazo, dada la falta de competitividad frente a empresas extranjeras, no obstante, a medio y largo plazo, favorecería un desarrollo más rápido del país. Se están empezando a tomar medidas de privatización de diversos sectores y de fomento de la iniciativa privada. Pero, hoy en día, el Estado sigue omnipresente en la vida económica argelina, por ejemplo, el 90% de los bancos son públicos.
En cuanto a la estructura económica, Argelia tiene una gran dependencia del petróleo y del gas ya que los hidrocarburos representan el 45% del PIB y el 98% de las exportaciones. Sabiendo que se prevé que en 2020/2025 Argelia se convertirá en importador de petróleo, tiene que planificar hoy su estrategia post petróleo. Por eso existe un programa nacional de la eficacia energética 2011-2030. La primera parte de este programa, que va hasta 2020, prevé la construcción de 60 plantas de energías renovables. Estos proyectos son el paradigma del cambio del país magrebí. En su informe de salud económica, el FMI aplaude las recientes inversiones en infraestructuras y educación, pero lamenta que el paro, y sobre todo el paro juvenil en un país donde los dos tercios de la población son jóvenes, sea tan alto. Asimismo destaca la necesidad de mejorar el clima de negocios para poder crear empleos.
En conclusión, Argelia es un país que acaba de nacer a nivel internacional. Al no formar parte de la OMC, sigue habiendo grandes barreras para la entrada de empresas extranjeras, con aranceles muy altos en algunos sectores. Pero la necesidad que tiene de relacionarse y situarse tanto dentro del Magreb como de la zona del mediterráneo implica cambios estructurales importantes. La primavera árabe es un ejemplo de que las cosas están empezando a cambiar. Los planes de diversificación económica y las políticas sociales como por ejemplo en materia de educación, (en los últimos 10 años, el gasto en educación suponía el 6% del PIB) hacen de Argelia un mercado con grandes posibilidades en un futuro no muy lejano…
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