viernes, 2 de marzo de 2012

El Danubio y el transporte fluvial




En WorldWtrade hemos tratado muchos aspectos relacionados con el comercio exterior y la internacionalización de la empresa en general. Desde aspectos comerciales, pasando por el análisis de países y oportunidades, hasta asuntos más técnicos como medios de pagos y financiación. También hemos tratado aspectos logísticos, y dentro de ellos, hoy es el turno de analizar el transporte de mercancías. Es sin duda una temática importante, debido a que el transporte afecta tanto a los costes de la empresa que vende la mercancía, además de determinar de quién es la responsabilidad en el caso de que ocurra algo y, por supuesto, es un factor clave a la hora de cumplir el compromiso con el cliente (ya sea por demora o por aquella mercancía defectuosa por algún imprevisto en el trayecto).


Muchos son los tipos existentes de transportes, como el de carretera, aéreo y marítimo. En el día de hoy se va a tratar el tema del transporte fluvial, en el caso de Europa Central y del Este, que tiene en el Danubio uno de sus principales estandartes.


Recordando un poco de geografía del colegio, el Danubio es el segundo río de Europa en cuanto a tamaño se refiere, naciendo en Alemania, y cruzando las capitales de países como Austria, Eslovaquia, Hungría y Serbia, sin olvidar tampoco Rumanía, Bulgaria o Ucrania, además de otros países que se ven afectados por las cuencas de este río


La importancia del Danubio para estos países es debido a que recorre las principales capitales de Europa central, siendo a su vez un elemento unificador, tanto político como comercialmente hablando. No es de extrañar, que las grandes ciudades, en la medida de lo posible, comenzasen a construirse, desde hace siglos, allí donde hubiese mar o, en su defecto, río. Pero alguna razón de trasfondo tendrá este río, a pesar de su importancia política. El transporte fluvial conlleva las siguientes ventajas:



  1. Una reducción de costes logísticos para la empresa que vende la mercancía, debido a que existe unas economías de escalas, ya que un mismo trayecto puede ser utilizado por distintas empresas, repartiéndose de esta manera los costes del transporte. En el caso de transporte por carretera o avión, el envío de mercancías es más específico para el cliente, por lo que corre a cargo de éste completamente, salvo excepciones.

  2. Es un medio de transporte que no requiere grandes cantidades de inversión por parte del Gobierno. Así, en el caso de Eslovaquia, Hungría y Austria (por ejemplo), al tener tan desarrollados el transporte fluvial por el Danubio, pueden destinar fondos, que aparentemente pueden ir dirigidos al mantenimiento de los ríos, a las infraestructuras por carretera o ferroviarias.

  3. Ecológicamente es el medio de transporte menos dañino contra el medio ambiente, si se compara con el terrestre y aéreo.

  4. Las capacidades de carga de las barcazas que navegan por los ríos es notablemente superior que el de los camiones, y sino véase en la foto cuántos coches pueden caber en este tipo de transporte. Es cierto que en comparación con los ferrocarriles, en éstos caben más mercancía por la longitud de los mismos, pero el tren se encuentra con un ancho de vagón reducido, lo que le limita el tipo de mercancía ancha. Las barcazas de los ríos al contar con anchos mayores no se encuentran con este problema.

Sin embargo, a pesar de las ventajas con las que cuenta este medio de transporte, encuentra importantes limitaciones lógicas como:


  1. Las condiciones climatológicas pueden bloquear el transporte de mercancía fluvial sin que exista posibilidad de hacer nada al respecto. Es lo sucedido cada año en los países del Centro y Este de Europa, donde las bajas temperaturas han provocado la congelación parcial del Danubio en algunos periodos del invierno, impidiendo el funcionamiento de las barcazas y anulando cualquier posibilidad de llevar la mercancía al destino.

  2. También nos encontramos, que no todos los países tienen ríos navegables, lo que impide de nuevo el transporte unimodal por río, teniendo que acudir en ocasiones al transporte multimodal. Esto es, combinar el transporte a través de río con el del ferrocarril o el terrestre.

  3. Por último, este medio no es recomendable para las distancias largas, debido a que es el más lento de entre todas las posibilidades existentes, y salvo que la mercancía sea duradera o al cliente no le surja prisa recibir la misma, es mejor acudir a otro medio de transporte.



Es por todo esto que el transporte fluvial tiene tanto defensores como detractores, pero al igual que el resto de medios, no existe ninguno que sea el idílico, puesto que hay que adaptar cada uno de ellos a las necesidades del entorno y a la mercancía. De hecho, el Danubio se caracteriza por ser un río en donde se transporta mercancías relacionadas con el carbón y otras materias primas, por ser el entorno de estos países principalmente exportadores de estas materias y por que éstas son demasiada pesadas para realizarse a través de carretera.


Finalmente, y dado que el Danubio promedia más de 80 millones de toneladas de mercancías transportada al año, no es de extrañar que los 15 países que se benefician de esta maravilla de la naturaleza, hayan formado la “Comisión Internacional para la protección del Danubio”, porque además de ser un atractivo turístico de las grandes capitales europeas, es un medio de transporte alternativo al resto de medios, que ha servido durante años a reforzar las relaciones comerciales y políticas de los pequeños países del Centro y Este Europeo. Sin duda, una alternativa que todo operador logístico y empresa que busca la internacionalización debe considerar si quiere un medio de transporte fiable y asequible económicamente.

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