Indonesia ha dejado de ser un país conocido únicamente por sus islas paradisíacas y su clima tropical. El archipiélago, formado por 17.508 islas en total y habitado por 240 millones de habitantes (el cuarto país más poblado del mundo), ha sido incluido por el Banco Mundial entre las seis economías emergentes que coparán más del 50% del crecimiento mundial en los próximos 15 años (junto a los BRIC’s y Corea del Sur). En el mismo informe, el Banco Mundial prevé un crecimiento medio de estas economías del doble que las economías desarrolladas hasta 2025.
No es necesario referirse a estimaciones a 15 años para darse cuenta del dinamismo de su economía. Este mismo año, Indonesia ha visto crecer su PIB en el tercer trimestre en un 6,6% y se prevé un crecimiento similar para el resto del año. Además, en la última década ha ido creciendo con una media del 5,2% y ha sido de las pocas economías que consiguió crecer en 2009, el año de la Gran Recesión en el mundo desarrollado (hasta un 4,6% ese año).
La clave de este fuerte crecimiento está, sin duda, en su alto consumo interno (mayor del 50% del PIB), a diferencia de la clásica economía emergente asiática, que se apoya mucho más en la exportación como impulso económico. Este fuerte consumo interno le ha ayudado a aguantar mejor los años de crisis económica mundial, diversificando su caída de las exportaciones con su boyante consumo doméstico.
Tras una década de crecimiento, aparecen ahora dos importantes retos en el largo camino hacia la convergencia económica mundial para Indonesia, y en ambos tiene mucho que decir la Inversión Extrajera Directa de empresas en el país. Por un lado, re-equilibrar la proporción de exportación e importación por sectores, incrementando la industria nacional de bienes de consumo. Por otro, mejorar los servicios sociales y las infraestructuras del país.
Existe un dato revelador sobre el desequilibrio de las exportaciones indonesias: Hace un año, las exportaciones de Materias Primas han supuesto un 75% del total de su exportación, mientras que la exportación de bienes de consumo no ha llegado al 8%. Y todo ello, pese a que el sector industria representa más de un 40% de la producción nacional, mientras que el agrícola no supera el 15%. Esto es debido a que las empresas nacionales se han centrado mucho más en la exportación de sus principales recursos naturales (gas natural, petróleo, estaño, oro y cobre) que en desarrollar una industria manufacturera de bienes de consumo, bienes en los que actualmente Indonesia depende demasiado del exterior (especialmente de su país vecino Malasia).
Para ello, el gobierno indonesio ya está empezando a tomar medidas, en el sentido de incrementar la Inversión Extranjera Directa en su país, diseñando un modelo de exención de impuestos llamado “Tax Holiday”. Consiste en que al menos cinco compañías extranjeras estarán exentas de pagar impuestos de 5 a 10 años en los sectores de equipos de telecomunicación, energías renovables, industria petroquímica, gas y metal. Para ello, deberán invertir 120 millones de dólares en alguno de estos sectores. Además, se plantea una exención del 30% de los impuestos en 6 años para otro tipo de industrias, bajo los requisitos de un mínimo de inversión y de oferta de trabajo.
Estas medidas sobre inversión, junto a otras años atrás, han provocado que la inversión nacional y extranjera aumentara un 15% en el periodo entre julio y septiembre, representando la Inversión Extranjera Directa (IED) en el tercer trimestre, más del 70% de la inversión total. Se ha invertido mucho en renovables (115 nuevas plantas de energía solar entrarán en funcionamiento a principios de 2012), y han florecido además industrias como la de la automoción, que ha visto crecer su producción en el país en un 50% en 2010 respecto al año anterior, y sus ventas representaron el 30,6% del total de ventas en el sudeste asiático.
Sin embargo, esta última industria representa un problema real que nos lleva al siguiente reto de Indonesia. El Jakarta Post publicaba el mes pasado los problemas de los peajes de Indonesia y su saturación ante el creciente número de vehículos en el país. Este “cuello de botella” es uno de los muchos ejemplos de la falta de infraestructuras en el país, la siguiente barrera a sortear por Indonesia.
Para ello, el gobierno ha puesto en marcha un plan que incrementará el gasto en la inversión de infraestructuras. Según palabras del presidente, este incremento sería cercano al 20%, unos 3.180 millones de dólares. Mientras la mayoría de naciones desarrolladas recortan gasto público, Indonesia planea incrementarlo en un 7,4% hasta los 1.418 billones de rupias, aumentando a su vez los ingresos en un 7,4% y reduciendo el déficit hasta el 1,5%. Este aumento del gasto en infraestructuras se cristaliza proyectos de construcción de 14 aeropuertos, 150 kilómetros de vía férrea, 4000 kilometros de carretera y demás obras como puentes, presas, etc. Un ejemplo de este incremento lo encontramos en el proyecto publicado este mes para la construcción de una vía férrea entre Yakarta y el aeropuerto Soekarno-Hatta, el cual saldrá a licitación en 2013.
Pero no solo se reduce a la mera construcción de infraestructuras, sino a la mejora de las existentes. Para ello, el gobierno indonesio invitará al sector privado a gestionar y desarrollar instalaciones de transporte, funciones que hasta ahora corrían a cargo de las Unidades Técnicas de Gestión del Ministerio de Transporte, mediante partenariados público-privados. La idea es que la participación privada no se limite a la gestión sino que también se aporten mejoras y expansiones en las instalaciones, para lo que se plantean concesiones temporales de entre 10 y 25 años.
En definitiva, dos retos en los que la economía indonesia debe de trabajar muy duro si quiere mantener sus buenas perspectivas de crecimiento, los cuales se entrelazan y donde el éxito de uno ayudará al éxito del otro. Dos retos en los que, sin duda, el comercio y la inversión internacional serán claves para su superación.
Alberto Alba
1 comentarios:
Alberto, muchas gracias por el post, ya que no tenía idea alguna del potencial que posee Indonesia y del dequilibrio en su balanza comercial. Es sin duda un mercado muy a tener en cuenta, sobre todo cuando otros países del sureste asiático empiezan a "estar copados" por otros países(A pesar del tamaño de los mismos)
En lo que afecta a las empresas españolas,¿sabrías decirme que compañías españolas están triunfando por Indonesia? Creo que puede ser un dato importante para aquellas PYMES que, encontrándose ante un mercado tan grande y en cierto modo desconocido, pueden verse animados por aquellas historias de éxito de otras compañías de nuestro país.
Un saludo y enhorabuena por el artículo
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