Lo escuchamos constantemente en las noticias. También entre amigos y familiares. Incluso en Universidades y centros de estudios se habla continuamente de las perspectivas de crecimiento económica que tienen los países del Este de Europa. No obstante, y debido a las numerosas divisiones que han tenido lugar entre muchos de estos países, todavía pasan desapercibidos para la gran mayoría de las personas. Sin embargo, y a pesar del gran desconocimiento generalizado que se tiene sobre ellos, todos tienen algún atractivo y ofrecen multitud de posibilidades al inversor extranjero. Un claro ejemplo de ello es Eslovaquia.
Para situarnos, la República de Eslovaquia nació como país independiente en el año 1993, tras la división del hasta entonces Estado de Checoslovaquia. Actualmente, es un país con poco más de cinco millones de habitantes, siendo Bratislava su gran estandarte, y viéndose siempre influenciado por los numerosos países que le rodean.
Así pues, nos encontramos con un país muy pequeño, en cuanto a población se refiere, y que como ocurre con muchos países del Este de Europa, sigue siendo un gran desconocido. Pero, aunque parezca increíble, este país en 2008, antes de que la crisis comenzase a hacer mella en media Europa, fue el mayor fabricante per cápita de automóviles en el mundo.
La pregunta estriba pues, en cómo un país con cinco millones de habitantes se ha convertido en uno de los líderes en la fabricación de vehículos. Para ello hay que partir de la base de que, en términos absolutos, este pequeño país se sitúa en torno a la posición número 20 de fabricantes de vehículos a nivel mundial, cifra que, considerando su tamaño poblacional, no puede pasar desapercibido para el mundo de los negocios ¿Cómo es posible ello? A continuación vamos a determinar las 5 claves que hacen posible este “milagro”.
1. En primer lugar, Eslovaquia se sitúa en un entresijo de países, compartiendo frontera con Austria, República Checa, Polonia, Ucrania y Hungría, además de estar relativamente cerca de la potencia europea por excelencia, Alemania. Ello convierte a Eslovaquia en un hub estratégico, lo que ha llevado durante años a las grandes compañías mundiales de vehículos implantarse en el país.
2. Como consecuencia de lo anterior, nos encontramos con líderes en el sector del automóvil (como Volskwagen, Peugeot y Kia) que tienen fábricas de gran tamaño por todo el país, provocando que, nada más y nada menos, un tercio de las exportaciones de Eslovaquia provengan del sector automovilístico, dada la elevada presencia de empresas extranjeras.
3. Así, la unión de la privilegiada situación geográfica junto a la presencia de las grandes compañías automovilísticas extranjeras en Eslovaquia, han provocado que las fábricas en el territorio se caractericen por la gran inversión en I+D, recibidas por parte del extranjero, y por su gran eficiencia para satisfacer la demanda externa.
4. A todo lo anterior, hay que unirle la mano de obra cualificada (debido a la gran tradición del país en el sector industrial y automovilístico), y el bajo precio de la misma. Así, para que nos hagamos una idea, el sueldo medio mensual del eslovaco es de 770€, alcanzando el salario mínimo interprofesional los 310€ al mes.
5. Finalmente, el país se encuentra envuelto en un clima fiscal muy favorable, con un impuesto de sociedades del 19%, uno de los tipos de gravámenes más bajos del viejo continente, lo que le convierte en uno de los territorios europeos más atractivos para la implantación de cualquier empresa. En nuestro país, este mismo impuesto, alcanza hoy en día el 30%.
Con todo ello, teniendo en cuenta que la implantación en este mercado es bastante beneficiosa para las empresas automovilísticas, considerando el tipo de gravamen bajo del país y la mano de obra barata, es comprensible que las grandes compañías aprovechen la situación geográfica del país e inviertan en I+D en sus plantas de Eslovaquia. Ello ha provocado que sea uno de los países con mayor eficiencia en la cadena de montaje automovilístico a nivel mundial, habiendo ocupado en 2008, tal y como se comentó anteriormente, el liderazgo del país con mayor producción de vehículos per cápita. En la actualidad, se encuentra junto a la República Checa y Bélgica liderando las estadísticas.
A pesar de todo lo anterior, Eslovaquia se encuentra en su futuro más próximo con dos retos: uno de ellos relacionado con el mundo automovilístico y otro más genérico.
El primero de ellos hace referencia a la situación de las fábricas en el país. Como se ha comentado, Eslovaquia dispone de fábricas automovilísticas (y en general del sector industrial) muy modernas y eficientes. Sin embargo, están situadas geográficamente, en su mayoría, en el Oeste, cerca de la capital, lo que provoca un gran vacío en gran parte del territorio y una falta de aprovechamiento de la capacidad productiva en todo país, dado que en ocasiones las principales fábricas se encuentran saturadas.
El segundo asunto que debe abordar Eslovaquia es la excesiva dependencia que tiene respecto al sector del automóvil. Hemos comentado que un tercio de las exportaciones pertenecen al ámbito del automovilístico, con lo que está latente la importancia de la automoción en el país. Sin embargo, teniendo en cuenta todos los factores reseñados con anterioridad, se trata de un país que puede ofrecer mucho más a los futuros inversores, considerando principalmente la situación geográfica, la baja fiscalidad y la mano de obra barata. Aun así, el sector del automóvil, que tanto le está dando a este país, se presenta como el más fiable en el corto plazo.
En lo que a España respecta, puede parecer que al futuro inversor esta información no le sea relevante, teniendo en cuenta que la única compañía de vehículos española (SEAT) pasó a manos de la multinacional Volkswagen. Sin embargo, más allá de esta suposición, la fabricación del automóvil se caracteriza por ser el producto de unión de varias piezas o componentes, y es aquí donde los fabricantes siderúrgicos españoles pueden encontrar la oportunidad de negocio en Eslovaquia, ya sea a través de exportaciones directas o mediante la implantación de fábricas propias.
Por todo ello, es hora de dejar de poner excusas. Es necesario quitarse el miedo ante lo desconocido y aprovechar todas las oportunidades de negocio que presentan no solo Eslovaquia en este caso, sino en general toda Europa del Este, dado que es el momento para que las empresas españolas crezcan junto a la progresión de estos países. Y esta misión ha de realizarse antes de que sea demasiado tarde y, sobre todo, adelantándose a la dura competencia que existe tanto en Europa como a nivel mundial.
Para situarnos, la República de Eslovaquia nació como país independiente en el año 1993, tras la división del hasta entonces Estado de Checoslovaquia. Actualmente, es un país con poco más de cinco millones de habitantes, siendo Bratislava su gran estandarte, y viéndose siempre influenciado por los numerosos países que le rodean.
Así pues, nos encontramos con un país muy pequeño, en cuanto a población se refiere, y que como ocurre con muchos países del Este de Europa, sigue siendo un gran desconocido. Pero, aunque parezca increíble, este país en 2008, antes de que la crisis comenzase a hacer mella en media Europa, fue el mayor fabricante per cápita de automóviles en el mundo.
La pregunta estriba pues, en cómo un país con cinco millones de habitantes se ha convertido en uno de los líderes en la fabricación de vehículos. Para ello hay que partir de la base de que, en términos absolutos, este pequeño país se sitúa en torno a la posición número 20 de fabricantes de vehículos a nivel mundial, cifra que, considerando su tamaño poblacional, no puede pasar desapercibido para el mundo de los negocios ¿Cómo es posible ello? A continuación vamos a determinar las 5 claves que hacen posible este “milagro”.
1. En primer lugar, Eslovaquia se sitúa en un entresijo de países, compartiendo frontera con Austria, República Checa, Polonia, Ucrania y Hungría, además de estar relativamente cerca de la potencia europea por excelencia, Alemania. Ello convierte a Eslovaquia en un hub estratégico, lo que ha llevado durante años a las grandes compañías mundiales de vehículos implantarse en el país.
2. Como consecuencia de lo anterior, nos encontramos con líderes en el sector del automóvil (como Volskwagen, Peugeot y Kia) que tienen fábricas de gran tamaño por todo el país, provocando que, nada más y nada menos, un tercio de las exportaciones de Eslovaquia provengan del sector automovilístico, dada la elevada presencia de empresas extranjeras.
3. Así, la unión de la privilegiada situación geográfica junto a la presencia de las grandes compañías automovilísticas extranjeras en Eslovaquia, han provocado que las fábricas en el territorio se caractericen por la gran inversión en I+D, recibidas por parte del extranjero, y por su gran eficiencia para satisfacer la demanda externa.
4. A todo lo anterior, hay que unirle la mano de obra cualificada (debido a la gran tradición del país en el sector industrial y automovilístico), y el bajo precio de la misma. Así, para que nos hagamos una idea, el sueldo medio mensual del eslovaco es de 770€, alcanzando el salario mínimo interprofesional los 310€ al mes.
5. Finalmente, el país se encuentra envuelto en un clima fiscal muy favorable, con un impuesto de sociedades del 19%, uno de los tipos de gravámenes más bajos del viejo continente, lo que le convierte en uno de los territorios europeos más atractivos para la implantación de cualquier empresa. En nuestro país, este mismo impuesto, alcanza hoy en día el 30%.
Con todo ello, teniendo en cuenta que la implantación en este mercado es bastante beneficiosa para las empresas automovilísticas, considerando el tipo de gravamen bajo del país y la mano de obra barata, es comprensible que las grandes compañías aprovechen la situación geográfica del país e inviertan en I+D en sus plantas de Eslovaquia. Ello ha provocado que sea uno de los países con mayor eficiencia en la cadena de montaje automovilístico a nivel mundial, habiendo ocupado en 2008, tal y como se comentó anteriormente, el liderazgo del país con mayor producción de vehículos per cápita. En la actualidad, se encuentra junto a la República Checa y Bélgica liderando las estadísticas.
A pesar de todo lo anterior, Eslovaquia se encuentra en su futuro más próximo con dos retos: uno de ellos relacionado con el mundo automovilístico y otro más genérico.
El primero de ellos hace referencia a la situación de las fábricas en el país. Como se ha comentado, Eslovaquia dispone de fábricas automovilísticas (y en general del sector industrial) muy modernas y eficientes. Sin embargo, están situadas geográficamente, en su mayoría, en el Oeste, cerca de la capital, lo que provoca un gran vacío en gran parte del territorio y una falta de aprovechamiento de la capacidad productiva en todo país, dado que en ocasiones las principales fábricas se encuentran saturadas.
El segundo asunto que debe abordar Eslovaquia es la excesiva dependencia que tiene respecto al sector del automóvil. Hemos comentado que un tercio de las exportaciones pertenecen al ámbito del automovilístico, con lo que está latente la importancia de la automoción en el país. Sin embargo, teniendo en cuenta todos los factores reseñados con anterioridad, se trata de un país que puede ofrecer mucho más a los futuros inversores, considerando principalmente la situación geográfica, la baja fiscalidad y la mano de obra barata. Aun así, el sector del automóvil, que tanto le está dando a este país, se presenta como el más fiable en el corto plazo.
En lo que a España respecta, puede parecer que al futuro inversor esta información no le sea relevante, teniendo en cuenta que la única compañía de vehículos española (SEAT) pasó a manos de la multinacional Volkswagen. Sin embargo, más allá de esta suposición, la fabricación del automóvil se caracteriza por ser el producto de unión de varias piezas o componentes, y es aquí donde los fabricantes siderúrgicos españoles pueden encontrar la oportunidad de negocio en Eslovaquia, ya sea a través de exportaciones directas o mediante la implantación de fábricas propias.
Por todo ello, es hora de dejar de poner excusas. Es necesario quitarse el miedo ante lo desconocido y aprovechar todas las oportunidades de negocio que presentan no solo Eslovaquia en este caso, sino en general toda Europa del Este, dado que es el momento para que las empresas españolas crezcan junto a la progresión de estos países. Y esta misión ha de realizarse antes de que sea demasiado tarde y, sobre todo, adelantándose a la dura competencia que existe tanto en Europa como a nivel mundial.
9 comentarios:
Antes de nada enhorabuena por el artículo, se ve que conoces bien el país, aunque no lleves mucho tiempo en él (lo que refleja que no es tan difícil intentar conocer lo que hasta ahora se desconoce). Has hablado de las innumerables oportunidades que ofrece Eslovaquia pero me preguntaba si el país favorece la IED o por el contrario establece barreras proteccionistas para intentar proteger su industria más exportadora...
Muchas gracias por la información!
Enhorabuena por el articulo, Emilio. Bien documentado, y ofreciendonos una vision de Eslovaquia que va mas alla de ser una mera fabrica de automoviles en Europa.
Todas las ventajas fiscales y de indole macroeconomicas que has comentado, han servido al pais para sortear la brutal crisis que ha asolado este sector en los ultimos tiempos, un sector intimamente relacionado con la realidad economica de los paises, y que en Europa ha sido especialmente intensa.
Y como en toda actividad competitiva, hay ganadores y perdedores. Estos ultimos han sido, obviamente, los fabricantes que tradicionalmente han operado en territorio nacional, Francia, Alemania,... Para ellos, surge esta oportunidad de mercado, que como bien dices no se reduce para los meros fabricantes (OEM), sino tambien para los distribuidores de componentes TIER 1 y TIER 2.
Un saludo
Muy interesante el artículo, querido Emilio, aunque tengo una duda. Skoda, de la vecinísima República Checa nunca ha tenido fábricas en Eslovaquia? Un abrazo y enhorabuena por el artículo!
En primer lugar, darte la enhorabuena por tu artículo y a todos los que formáis este magnífico blog, por permitirnos a los demás conocer de una forma más cercana y desde la experiencia el funcionamiento de los mercados internacionales.
Estoy totalmente de acuerdo Emilio, desde mi punto de vista, Eslovaquia, a pesar de ser una gran desconocida para muchos, podría convertirse en un futuro cercano en una salida interesante para pequeños y medianos inversores españoles, ya que tiene una gran gama de inversiones a precios muy económicos. Además, este país es consciente de que parte de su crecimiento se debe a las inversiones extranjeras, y por ello, ofrece grandes promociones y buena acogida al público.
Pero a todas estas grandes ventajas sociales, económicas y geográficas que ya has puesto de manifiesto en tu artículo, considero que un punto a favor mas para Eslovaquia es que goza de dos factores que actualmente son prácticamente inexistentes en España. Así como es el caso del exceso de demanda en el ámbito inmobiliario y el respaldo de los bancos eslovacos.
Por ello, los inversores españoles deberían aparcar la presión social fruto del momento de recesión e incertidumbre en el que nos encontramos, adelantarse al resto de Europa y apostar por estos países emergentes de Europa del este.
María Sánchez
En primer lugar agradecer a todos el interés mostrado en el artículo, y sobre todo espero que os haya sido de ayuda para conocer un país repleto de oportunidades. A continuación paso a contestar todos vuestros comentarios y preguntas:
Para Íñigo.Has planteado una cuestión clave a la hora de abordar cualquier negocio o plan de internacionalización:las posibles trabas del Gobierno en el país. Hoy en día, la situación en Eslovaquia en ese sentido es favorable. El Gobierno facilita la inversión directa extranjera, y otorga incentivos al inversor extranjero que se traducen en subvenciones a la hora de implantar una fábrica o, incluso, exenciones/deducciones fiscales.
Para Alberto. Te veo muy bien informado sobre el tema de los componentes de vehículos. Como sabrás, no solo Eslovaquia, sino países como la República Checa, Rumanía, Polonia, etc se han convertido en los nuevos hubs de los fabricantes de estos componentes, que ven cada vez mas cerca la posibilidad de reducir costes logísticos a través de la presencia en estos países.
Para Paco. Una pregunta bastante curiosa que también me llamó la atención, pero Skoda sí que tienen fábricas en Eslovaquia. Como inicialmente formaba junto a la República Checa eran el mismo país, algunas de las fábricas tras la división permanecieron en Eslovaquia. Incluso, tras la separación, y después de formar Skoda parte del grupo Wolksvagen (quien tiene mucha presencia en Eslovaquia), han instalado algunas fábricas de gran tamaño de automoción en este territorio.
Para María. Se nota que muestras un gran interés en el tema y es de agradecer. Es totalmente cierto que además del sector automovilístico, el segundo sector por excelencia ha sido el de la construcción, a pesar de la recesión que ha tenido lugar en este último año,convirtiéndose en un mercado que está trayendo a muchos inversores extranjeros (Muchos de ellos españoles). Por otro lado, llama mucho la atención el poder que tiene el sector bancario en el país, y es que a diferencia del panorama español, la oferta bancaria está muy reducida, recayendo el poder en pocos bancos eslovacos, que están participados por otros bancos europeos.
¡Muy interesante el artículo! Tan sólo querría indicar que Eslovaquia puede ser una gran competencia para España en el sector automovilístico, y provocar nuevas deslocalizaciones en nuestro sector. ¿Cómo podemos hacer frente a ello? Rodrigo Salvador González.
Hola Rodrigo. Me alegra que sigas nuestro blog.
Me temo, que la única competencia que podemos realizar, es a base de subvencionar la estancia de las empresas automovilisticas en España, para que no deslocalicen a paises con menores costes de trabajo.
La otra salida sería aportar valor añadido e investigación y desarrollo al diseño e ingeniería del automovil. Pero me parece que a ese tren llegamos un poco tarde. ¿No crees Rodri? ¿Tu que opinas? Un abrazo.
Alberto G. Izquierdo
Lo que dices sobre las subvenciones hasta ahora ha sido desgraciadamente una constante. De hecho, hace tan sólo un par de años SEAT estuvo a punto de abandonar la planta que tiene en Martorell, y probablemente se quedó debido a ellas. (Por cierto que fue una gran noticia que se quedase en Barcelona!!)
Sin duda, creo que la solución sería incrementar la productividad de la industria española, una tarea complicada, y más en el entorno actual en el que tanto el sector público como privado se encuentran altamente endeudados.
Como ejemplo del aumento de la productividad industrial propondría Corea del Sur, y los llamados "dragones asiáticos" quienes han visto un crecimiento muy notable en las últimas décadas. Como dato reseñable, Corea ha sido durante muchos años el país que más invierte en I+D como porcentaje de su PIB.
Como decía, aumentar la productividad de la economía española, y de la industria en particular es una tarea muy compleja, ¿cómo creéis que se puede solucionar?
Muchas gracias Rodrigo por seguirnos en el blog. La verdad es que tienes toda la razón sobre la pérdida de competitividad del sector automovilístico español. Sobre todo por la existencia de países emergentes en el continente asiático y, como se ha dicho en el artículo, de países del centro de Europa, que con una localización geográfica muy envidiable y una mano de obra barata, hacen de nuestro país poco apetecible para el inversor.
Sin embargo, tal y como apuntaba Alberto, la única opción que veo factible para cambiar este clima tan pesimista, es confiar en la innovación y desarrollo de las fábricas automovilísticas. Y es que nuestro país, tradicionalmente se ha caracterizado por un sector industrial muy potente desde años atrás, por lo que las bases las tiene. El objetivo es modernizar las fábricas existentes y que el sector del automóvil español reciba toda la ayuda posible por las Oficinas Comerciales en los distintos países (Así como de Organismos Oficiales) con el fin de promocionar la competitividad de la industria española.
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