La semana pasada aparecía una noticia muy interesante en portada de uno de los principales medios económicos de Brasil (el Valor Econômico de São Paulo): “La crisis acelera la tercera oleada de inversión española”. La presencia española aquí es visible desde que se aterriza en Guarulhos y sorprende a quien no se la espera. No hay más que darse un paseo rápido por esta ciudad para encontrar los rastros de las dos primeras oleadas: todas las cabinas son de Telefónica, el Banco Santander está por todas partes y compañías como Mapfre o Prosegur son muy habituales en el día a día paulista.
La llamada “tercera ola” a la que se refiere dicho artículo, además de arrastrar compañías grandes como en el caso de las dos anteriores, acerca a este país empresas de tamaño más reducido y a sectores de todo tipo. Sin ir más lejos, en una de las principales cadenas de supermercados de la ciudad se puede encontrar desde hace pocos meses cerveza Estrella Galicia, por no hablar de las diferentes marcas de jamón serrano, producto casi inexistente en la distribución brasileña hasta hace no demasiados meses.
Quizá el hecho de que este país tenga un sistema político cada vez más sólido y una cultura parecida a la ibérica hagan de él, muchas veces, el mercado emergente más atractivo para la empresa española tal y como sostiene el artículo. En la actualidad las oficinas de promoción exterior de las comunidades autónomas y del propio estado están saturadas de solicitudes. Todo el mundo quiere vender aquí. Ahora bien, ¿es realmente Brasil la panacea para los problemas domésticos de las empresas españolas? Cierto es que es un mercado con unas perspectivas extraordinarias, sobre todo a corto plazo con la celebración del Mundial de Fútbol en 2014 y las Olimpiadas en 2016. Pero conviene saber lo que uno se va a encontrar aquí ya que, a pesar de ser un país culturalmente tan cercano, aún es un desconocido en muchos aspectos para la mayoría de los españoles. En muchos sectores la industria brasileña es muy fuerte o ya hay una gran presencia de terceros países. Además existe un gran factor a tener en cuenta: el acceso al mercado brasileño, plagado de problemas arancelarios y burocráticos.
Sin duda Brasil es una moneda de doble cara. Se presenta como un reto y como una oportunidad para la empresa española. Hay que informarse y valorar bien las oportunidades que se plantean. Algunas lo han conseguido y crecen aquí. Con información suficiente, ganas y ayuda, ¿Por qué no más?
La llamada “tercera ola” a la que se refiere dicho artículo, además de arrastrar compañías grandes como en el caso de las dos anteriores, acerca a este país empresas de tamaño más reducido y a sectores de todo tipo. Sin ir más lejos, en una de las principales cadenas de supermercados de la ciudad se puede encontrar desde hace pocos meses cerveza Estrella Galicia, por no hablar de las diferentes marcas de jamón serrano, producto casi inexistente en la distribución brasileña hasta hace no demasiados meses.
Quizá el hecho de que este país tenga un sistema político cada vez más sólido y una cultura parecida a la ibérica hagan de él, muchas veces, el mercado emergente más atractivo para la empresa española tal y como sostiene el artículo. En la actualidad las oficinas de promoción exterior de las comunidades autónomas y del propio estado están saturadas de solicitudes. Todo el mundo quiere vender aquí. Ahora bien, ¿es realmente Brasil la panacea para los problemas domésticos de las empresas españolas? Cierto es que es un mercado con unas perspectivas extraordinarias, sobre todo a corto plazo con la celebración del Mundial de Fútbol en 2014 y las Olimpiadas en 2016. Pero conviene saber lo que uno se va a encontrar aquí ya que, a pesar de ser un país culturalmente tan cercano, aún es un desconocido en muchos aspectos para la mayoría de los españoles. En muchos sectores la industria brasileña es muy fuerte o ya hay una gran presencia de terceros países. Además existe un gran factor a tener en cuenta: el acceso al mercado brasileño, plagado de problemas arancelarios y burocráticos.
Sin duda Brasil es una moneda de doble cara. Se presenta como un reto y como una oportunidad para la empresa española. Hay que informarse y valorar bien las oportunidades que se plantean. Algunas lo han conseguido y crecen aquí. Con información suficiente, ganas y ayuda, ¿Por qué no más?
"Como colaborador externo, Guillermo Corral Hernández, es Ingeniero de Obras Públicas y de Caminos y actualmente reside en São Paulo, está muy interesado en el comercio exterior y en la detección de oportunidades de negocio en diversos mercados."
4 comentarios:
Soy un gran fan de Brasil, creo que es un país con un potencial enorme pese a que se comente en algunos diarios argentinos que la crisis de la Eurozona esta lastrando el crecimiento brasileño... No hay que olvidar que España es el 2º país inversor en Brasil, por detrás de EE. UU. y que como bien ha comentado Guillermo nos unen lazos culturales, lo que puede hacer más favorable la inversión que en el caso de otros países en condiciones similares. Enhorabuena por este gran artículo
A los españoles les "unen" lazos culturales (o comerciales)cuando les intereza, lo mismo pasa en México y Chile, ahora que les interezan esos países, pues en los suyos no venden ni sus casas, ahora sí les "unen" lazos comerciales, nunca he conocido a peores empresarios que los españoles. Diós que falsos! cuando de latinoámerica no tienen ni idea, simplemente porque no les intereza, solo cuando necesitan algo, digase trabajo, refugio politico, negocios y a los latinos en España, los tratan como a basura.Con unas leyes migratorias denigrantes, oportunidad cero para los empresarios latinos,oportunidad de inversión cero, cero prestamos, cero acceso a la contratación, y en cuanto pueden los suben en un avión y ls dicen "a trabajar,vete a tú p... país" Olé España.
Guillermo, enhorabuena por el artículo. Brasil está hoy en día en boca de todos, y la gran incógnita a la que nos enfrentamos, es saber que va a pasar después de que se celebren los juegos y el mundial.
Personalmente, uno de los problemas a largo plazo a los que se enfrenta Brasil es vencer la concentración de las inversiones. Es decir, es un país muy amplio geográficamente y que, como ocurre con países como India o Rusia, toda la inversión está focalizada en las principales ciudades (Brasilia, Rio y Sau Paulo). Desde tu punto de vista ¿Como ves esta "concentración?¿Tienen otras ciudades de Brasil el suficiente potencial para ser atractivo respecto a los inversores?
Muchas gracias Guille, y enhorabuena por el artículo.
El anónimo latino debería primero aprender a escribir sin tantas faltas de ortografía.
Odian al español, desprecian a los indios y descienden de ambos.
Ni Freud si viviese arreglaría sus complejos.
En cuanto a Brasil, salgo para Santa Catarina en marzo con dinero para invertir. A veces es mejor encontrar el nicho. No sólo hay que pensar en ROI y en ROE ( return on efrorts), también en calidad de vida y divertirse trabajando.
En Santa Catarina se siente uno como en Europa, lo son y lo saben.
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