- La declaración de Serbia como País Candidato a la Unión es una buena noticia para el desarrollo del país.
- Serbia tiene muchas oportunidades que ofrecer a los potenciales inversores extranjeros.
- Algunos países europeos ya han comenzado a desarrollar su estrategia de inversión en Los Balcanes.
Hace dos semanas, y tras superar
las últimas reticencias de Rumanía, la República de Serbia consiguió el estatus
de País Candidato a la Unión. Con este nombramiento, ocho años después y tras
la adhesión el próximo año de Croacia, se cierra el círculo europeo con
aquellos países que formaron la antigua República de Yugoslavia.
Para Serbia, ser declarado País
Candidato a la Unión Europea, es un símbolo inequívoco de estar dejando atrás
tiempos peores. Tras años de lento avance en diversos campos políticos,
sociales y de relaciones con sus vecinos, Serbia finalmente ha conseguido superar
los fantasmas de su pasado y seguir adelante.
Los malos tiempos quedaron atrás. Novi Sad (Serbia) |
Serbia es un país de gran
vitalidad, con ganas de ser reconocida y respetada en el panorama internacional.
Sus jóvenes, alentados por la búsqueda de un futuro mejor y a pesar de los años
pasados en el aislamiento internacional, están bien formados y preparados en idiomas.
Aparte de por los factores
enunciados anteriormente, y gracias a la situación geoestratégica que tiene
Serbia en la región balcánica, el país ofrece grandes posibilidades comerciales
adicionales.
A pesar de la disolución de
Yugoslavia, no todas las segregaciones de países se produjeron de forma
traumática. Serbia mantiene unas inmejorables relaciones comerciales con países
de su alrededor como Montenegro, Bosnia Herzegovina o Macedonia, lo que
constituye a Serbia como un gran re-exportador de productos hacia esas regiones
y cómo un referente económico en la región.
¿Y cómo se traducen todos estos
factores en datos económicos? Pues en la atracción de inversión extranjera. A
partir de la declaración de País Candidato se espera que dicha Inversión
Extranjera aumente exponencialmente, aunque algunos países europeos llevan años
viendo a Serbia como un posible destino de inversión.
Este es el caso de Italia. Según
la Agencia de Exportación e Inversión de Serbia (SIEPA), en los últimos 10 años
la inversión italiana en el país ha sido de más de dos mil millones de euros.
Si se considera que la Inversión Directa Extranjera (IDE) en Serbia durante
este período ha sido de 19,5 mil millones de euros, podemos decir que más del
10% del total de la IE viene del país transalpino.
Este incremento de la IDE se
viene propiciando, no tanto por las subvenciones directas del gobierno serbio,
sino por varios factores valorados por cualquier empresario: un impuesto sobre
beneficios bajo (10%), un impuesto sobre las rentas del trabajo del 12%, un IVA
aceptable (18%, y 8% en su tipo reducido), exención de las cotizaciones que
paga el empleador durante 2 o 3 años, etc.
Todos estos motivos, junto con salarios medios mucho más bajos que en el
resto de la Unión Europea, favorecen la entrada de empresas europeas.
Catedral católica de Santa María, Novi Sad (Serbia) |
Los sectores en los que está
entrando Italia son de lo más diversos, si bien los que más transcendencia
tienen son el sector de banca y seguros, metalurgia el textil y el sector automovilístico.
Si bien, y según SIEPA, existen más de 400 empresas serbias de capital italiano,
se pueden destacar cuatro como las de mayor peso específico en la IDE italiana:
la automovilística Fiat, el banco Intesa San Paolo, la aseguradora General y el
grupo Fondiaria. Estas cuatro empresas agregan un total de 1.500 millones de
euros de IDE.
El número de empresas italianas
que están apostando en el país ha crecido durante este período también. Se han
llegado a triplicar, según SIEPA. Esto se traduce en más de 20.000 empleados y una
facturación estimada de 2.500 millones de euros anuales, según la fuente
serbia.
Todo este esfuerzo y la presencia
continua de las empresas italianas en Serbia, están dando sus frutos. Italia se
presenta como uno de los principales socios comerciales de Serbia. Sus
productos están presentes en todos los sectores, con un alto grado de
reconocimiento e imagen y un posicionamiento positivo en la mente del
consumidor ligado al “Made in Italy”.
El caso italiano en Serbia
debería ser estudiado por aquellas empresas y países europeos que deseen apostar
por la IDE con el fin de reducir sus costes de producción e incrementar sus
mercados de acción. La presencia de las empresas italianas en Serbia corrobora
la idea de que una IDE estratégica facilita, incrementa y desarrolla la
presencia de los productos nacionales en el extranjero.
¿Consideras la IDE como una forma
de salida de capitales de tu país, o la ves como una oportunidad para exportar
más? ¿Conoces otros casos parecidos al de Italia en la región balcánica? ¿Crees
que las empresas españolas están desarrollando una estrategia correcta en sus
inversiones en el exterior?
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