- Revisamos el artículo sobre el mercado del vino en Corea tras los importantes cambios en el sector
- Tras el TLC con Corea, Estados Unidos está ahora en igualdad de condiciones con Chile o Francia
- Cambios regulatorios sugieren una bajada de precios, ¿Quién logrará adaptarse mejor al nuevo escenario?
El mercado del vino ha sido durante los últimos años un mercado con importantes altibajos en sus cifras de ventas. Como se expuso hace meses en último artículo sobre el sector, el boom del vino se produjo tras la firma del Tratado de Libre Comercio entre Chile y Corea. Desde entonces, los cambios socioeconómicos primero contribuyeron a seguir una tendencia positiva para caer en picado tras la crisis económica y financiera. Finalmente, la firma del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea abría la puerta a un nuevo boom del vino donde países productores de vino pertenecientes al “Viejo Mundo” (Francia, y en menor medida Italia y España) disponían de unas mejores condiciones de exportación de su producto.
Sin embargo, el mercado está a punto de transformarse nuevamente, debido a la entrada de un nuevo e importante competidor y de nuevos cambios en la política regulatoria e impositiva, que provocará una bajada general de los precios.
El nuevo competidor no es otro que los Estados Unidos debido La firma de un TLC con Corea del Sur. Esto pone en igualdad de condiciones arancelarias a los vinos provenientes del país americano con los de Chile, Francia, Italia o España. De hecho, en 2011 Estados Unidos ya se mostraba como uno de los principales actores en el mercado, siendo el cuarto mayor exportador de vino al país asiático. Ante este nuevo escenario, se espera que sus ventas aumenten logrando quizás desbancar a Italia como el tercer mayor exportador. Hoy, los 5 primeros países vendedores de vino en Corea (Francia, Chile, Italia, Estados Unidos y España) compiten, a términos arancelarios, en igualdad de condiciones.
A pesar de los cambios previamente comentados, aparte de la paulatina entrada de Tratados de Libre Comercio favorables a países exportadores de vino, estas fluctuaciones en las ventas nunca se habían traducido en cambios drásticos en el precio de los productos importados, siempre sujetos a fuertes tasas impositivas, y a una fuerte regulación que llevaba a un canal de distribución muy largo, lo cual no hacía otra cosa que encarecer los precios del producto. Sin embargo, esto está a punto de cambiar, debido a tres factores. En primer lugar, el gobierno de Corea del Sur ha aprobado recientemente una serie de modificaciones en las leyes regulatorias de bebida alcohólicas, permitiendo ahora a los importadores vender su producto directamente a los consumidores en vez de acudir a mayoristas y minoristas. En segundo lugar, se espera una reducción a medio plazo de las tasas impositivas. Por si esto fuera poco, un factor más de cambio, la Fair trade Commission (FTC) coreana planea permitir la venta del vino y su distribución online.
Todo ello ha supuesto una “revolución” en la distribución en el país. Los mayores importadores de vino, Keumyang Int, Lotte Liquor y Nara Cellar se encuentran en medio de una competición vía precios bajando los costes de producto con el que proveen a minoristas. Lotte Liquor ha rebajado un 10% los precios de distribución a marcas chilenas como Carmen y San Pedro, mientras que Nara acude a promociones como una rebaja, también del 10 por ciento, para la marca Montes Alpha. Pero no solo ocurre esto con los vinos chilenos. El precio de los vinos estadounidenses también están comenzando a bajar por la inminente eliminación arancelaria, otrora del 15%, la cual se hará efectiva mañana, 15 de Marzo. Por otra parte, las cadenas de minoristas como Shinsegae comienzan a importar el producto por sí mismos, sin acudir a los grandes mayoristas del país, saltándose así uno de los pasos más grandes en la cadena de distribución.
En cualquier caso, la guerra entre los vinos del Viejo Mundo y el Nuevo Mundo, toma una nueva perspectiva debido a cambios significativos en la regulación del sector. Las guerras de precios pueden empezar a sucederse, y tanto la imagen país, la promoción y el propio producto adquieren relativamente más importancia según la oferta aumenta cuantitativamente y la demanda comienza a desarrollarse cualitativamente. Sin duda, una nueva perspectiva se abre para los exportadores de vino en Corea. La capacidad de adaptación será clave para pescar en río revuelto.
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