
Pero
no solo representa un hub de comercio, sino también para inversiones y negocios
en el país. Recientemente, Singapur se ha convertido en la economía de Asia
Pacífico más atractiva para invertir, superando a Hong Kong, según una encuesta
desarrollada por la consultora Vriens & Partners. La clave para
que Singapur haya superado a Hong Kong bajo los criterios de l estudio es
precisamente esa condición de hub de inversión en Asia: Mientras las
inversiones en Hong Kong se enfocan más en las operaciones con China, las realizadas
en Singapur consideran este país el centro de negocios para supervisar sus
operaciones en la región de Asia Pacífico. Tras la obtención de este
reconocimiento a Singapur se esconden una serie de políticas llevadas a cabo
por el gobierno del país orientadas siempre a la igualdad de trato de
inversiones extranjeras y locales, una de las principales trabas en la
inversión internacional, así como a la negociación de numerosos tratados
bilaterales con países de alrededor.
Ante
todo esto, las empresas multinacionales que desean entrar en el mercado de Asia
Pacífico siempre consideran Singapur como su centro de decisiones. El último
ejemplo español ha sido el Banco Santander, que ha abierto una sucursal donde
desarrollará servicios financieros y de tesorería para financiación comercial, ofreciendo
además oportunidades de inversiones a Europa y Latinoamérica a sus clientes en
el país.
Ante
este marco pro-negocios, se vislumbra una gran nueva oportunidad de entrada en
el país, derivada de la decisión de los gobiernos de Malasia y Singapur,
tradicionalmente países distanciados políticamente, a aumentar el grado de
cooperación entre sus economías en diferentes áreas y proyectos empresariales. La
intención de ambos gobiernos es complementar las fortalezas de ambos países:
Por un lado, las fortaleza en materia industrial de Singapur y por otro, la
numerosa fuerza de trabajo y el extenso territorio de la región de Johor, en
Malasia, región donde está situada Singapur al sur, con el fin de desarrollar
la zona de Iskandar. Se creará así una comisión de trabajo, en la que
participarán ambos Gobiernos, para fomentar la cooperación económica entre los
dos países.
Los
principales puntos acordados por los gobiernos para cooperar juntos se concentran
en los sectores electricidad, telecomunicaciones y transporte. En el primero se
ha acordado que las empresas malayas comercialicen su electricidad para
vendérsela a Singapur, con tradicionales problemas de abastecimiento en este
campo. En cuanto a telecomunicaciones, ante la creciente demanda por parte de
Malasia, de la televisión digital, y la necesidad de una mayor coordinación
entre los sistemas de telefonía móvil e internet entre los dos países, se ha
acordado la futura armonización de la radiofrecuencia entre ambos.

Todos
estos acuerdos de cooperación, más los previstos que llegarán, especialmente en
materia de inmigración, turismo o medio ambiente, no hacen sino aumentar el
atractivo de una zona que sigue creciendo y desarrollándose a gran velocidad
como Malasia, ahora más cerca del hub comercial y de inversiones más importante
del sudeste asiático, Singapur. Hoy, la puerta de entrada hacia Asia Pacífico
está más abierta que ayer.
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