Esta semana se cierra en WorldWTrade con un artículo de información general sobre Filipinas, para conocer más sobre una de las perlas del sudeste asiático, así como de sus avances en el sector energético.
Filipinas,
con una población de 94 millones de habitantes, miembro de la Asociación de
Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), ha tenido un esquema de crecimiento
desigual respecto a sus países vecinos en los últimos años, mostrando un
crecimiento inferior en los últimos años respecto a Indonesia o Tailandia,
siendo este último sustentado en gran medida por una fuerte apuesta por el
turismo y las ayudas a la inversión. Sin embargo, el país ha ido creciendo a
tasas medias del 6% en los años previos a la crisis (crecimiento sustentado en
gran parte por las remesas de los 11 millones de Filipinos emigrantes en el
mundo), momento en el que la coyuntura económica hizo que su crecimiento, aún
positivo, se redujera al 3,2% en 2008. La recuperación llegó en 2010, llegando
a un crecimiento del 7,2% debido a la exportación de componentes electrónicos
tales como semiconductores, aunque desde el año pasado el gobierno ha ido
tomando medidas orientadas a la reducción del déficit disparado en los años
2008 y 2009, valiéndose de las colaboraciones de partenariado público privadas
(PPP) para evitar un aumento del gasto público.
Filipinas
puede convertirse en protagonista en la región en la próxima década si la
gestión de su economía es adecuada. Con unas políticas orientadas a la
disciplina fiscal, unidas a un necesario aprovechamiento efectivo de sus
recursos naturales (oro, níquel y cobre) y a las medidas anticorrupción que ya
están siendo tomadas por la administración Aquino, las previsiones de
crecimiento a 10 años superan el 80% de la economía del país. Para ello, será
necesaria también una decidida inversión en infraestructuras en el país y una
correcta gestión de la población.
Estas
dos últimas premisas para el crecimiento económico del país toman forma en el
sector energético. Las dificultades que presenta la superficie de Filipinas, la
cual la componen 7.107 islas, ha traído consigo la incapacidad de lograr un
tendido eléctrico que llegara a la gran mayoría de hogares del país. Por ello,
esto forma uno de los principales retos de las administraciones filipinas,
retos que ya están afrontando. La principal empresa filipina del sector
eléctrico, National Grid Corporation of the Philippines (NGCP), tiene previsto
embarcarse en seis proyectos considerados críticos a la hora de mejorar la red
eléctrica del país. Los seis proyectos comprenden mejorar diferentes zonas a lo
largo y ancho del país (Desde la mejora del tendido de su capital, Manila, a un
proyecto de conexión entre Leyte y la deprimida zona de Mindanao), y se prevé
que los proyectos serán presentados en los próximos 5-8 años. La inversión que
el gobierno pretende destinar al sector eléctrico supera los 7 mil millones de
pesos filipinos (unos 130 millones de euros aprox.) y el objetivo del gobierno
filipino con estos proyectos es el de proveer al 90% de la población del país
de red eléctrica para 2017. Este objetivo es clave para dinamizar las zonas
rurales del país, deprimidas por la falta de electricidad, logrando un mayor
acceso a la educación y a mejores condiciones de vida.
Por
otra parte, el gobierno filipino pretende poner en funcionamiento un total de
50 pequeñas centrales hidroeléctricas en el país para finales de 2012. Y
también en el sector del petróleo las inversiones se van acelerando. Este mismo
año se planea destinar 5,5 millones de dólares a la prospección de yacimientos
de petróleo y carbón, tanto en territorio filipino como en el extranjero.
En
definitiva, Filipinas sigue la senda del desarrollo económico de manera
decidida, y las inversiones en infraestructuras y energía son su siguiente gran
reto. Un reto que deberá afrontar junto a empresas que deseen invertir en el
país y contribuyan a la prosperidad de una de las regiones más bellas del
mundo.
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